
Chiloé es una de las pocas provincias del país en la que se ha mantenido una identidad local, a través de la conservación del patrimonio natural y cultural que se expresa en la particularidad de su arquitectura, gastronomía, tradiciones y paisajes. Sin embargo, en la Isla Grande soplan vientos de cambio, y ante esto el desarrollo y cuidado de estos atractivos únicos reconocidos a nivel nacional e internacional, requiere de acciones concertadas y una planificación a largo plazo.
A nivel mundial, la sustentabilidad en la actividad turística ha pasado a ser un criterio esencial en la decisión de compra de los viajeros. Diversos estudios demuestran que uno de cada tres turistas estaría dispuesto a pagar más por destinos y servicios turísticos comprometidos con el desarrollo económico local, la conservación del patrimonio natural y cultural, el bienestar de la comunidad y el cuidado del medio ambiente.
En Chile el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo ha incorporado al Turismo Sustentable como un sector estratégico de la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento. La industria turística del país representa casi 3,5% del PIB nacional y tiene mucho espacio de crecimiento. Para aprovechar esta oportunidad económica debemos resguardar y potenciar las cualidades de destinos como Chiloé, para atraer a los crecientes nichos de mercado interesados en destinos de riqueza natural y cultural.